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Ya explicamos en esta publicación cuales son los días que, según la Iglesia Católica no debería consumirse carne, así que ahora te vamos a explicar el por qué de esta costumbre tan particular en los cristianos.

En el Antiguo Testamento, y debido a circunstancias y costumbres del mundo pagano se empezó a hablar de la abstinencia.

En ese entonces se recomendó abstenerse del consumo de carne porque se creía que estimulaba las pasiones y esto era precisamente lo que se quería erradicar.

El ayuno también tiene que ver con ser un momento de reflexión, penitencia y sacrificio, y como entonces la carne roja era un bien tan preciado destinado a festines y banquetes, la Iglesia Católica obligó a sus fieles a abstenerse de comerla.

Se creía que prescindir de ella era renunciar a un privilegio, era hacer un sacrificio para poner en valor lo que Dios ha otorgado a sus hijos.

En el pasado, la regla de abstinencia también prohibía el consumo de cualquier alimento de origen animal, como leche, mantequilla, queso, huevos, manteca de cerdo y salsas a base de grasas animales.

Buzón de Noticias