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Panamá sigue apuntando en resaltar el «gran potencial cultural y turístico» de país, por esta razón, se enfocó en la restauración de los fuertes San Jerónimo y San Lorenzo con el objetivo de sacarle provecho a las Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá, un sitio Patrimonio de la Humanidad desde 1980.

Las fortificaciones son sometidas tanto a intervenciones de emergencia recomendadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como a proyectos que buscan su sostenibilidad.

Según señaló la directora ejecutiva y una de las fundadoras del Patronato de Portobelo y San Lorenzo, Nilda Quijano, las autoridades de Panamá han comprendido la «importancia de la recuperación» de estos sitios arqueológicos dado su «gran potencial desde el punto de vista cultural y turístico». .

Las Fortificaciones de la Costa Caribe forman parte, junto al Sitio Arqueológico de Panamá Viejo y el Distrito Histórico de Panamá (Patrimonio Mundial desde 1997) y los caminos coloniales que los unen: el Camino de Cruces y el Camino Real, de la Ruta Colonial Transístmica de Panamá propuesta por el país para ingresar a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

Buzón de Noticias