El arte de la astrología surgió hace ya muchos siglos cuando la ciencia estaba en pañales y eran creíbles muchas teorías. Sin embargo, siglos de avance científico han pasado y todavía las personas siguen creyendo en el encanto de que alguien pueda interpretar a las estrellas con habilidades proféticas. ¿Por qué sucede esto?
Muchas personas aceptan la idea de que los planetas pueden influir en el carácter y la personalidad de una persona y según los psicólogos que han estudiado el tema, esto se puede deber a el efecto «reconfortante» que tiene.
La lectura del horóscopo otorga cierta «tranquilidad» a las personas porque en algunos casos , según el horóscopo, un simple perfil del zodíaco es suficiente para saber quién está frente a nosotros y es que quienes practican esta «ciencia», se valen de que una personalidad pueda para ser «usada» por diferentes personas.
De esta manera, debe necesariamente ser contada con un lenguaje vago, pero no demasiado genérico para que tenga la apariencia de un perfil personal, en el que cada uno de nosotros pueda identificarse.
La confianza ciega que normalmente se concede a los horóscopos y planos astrales la explican los psicólogos precisamente con la necesidad de definir la propia personalidad y la de los demás, de forma tranquilizadora, pero con criterios distintos a los habituales: los perfiles de los signos del zodíaco o las cartas astrales no tienen nada que ver con la razón.
Buzón de Noticias