El incienso es una resina que proviene de árboles de Broswelia que sangran la corteza cuando los cortan y al endurecerse se forma un material que los agricultores emplean para convertir en el incienso o aceite esencial que es el que nosotros conocemos.
Este material tiene muchos usos. Desde la antigüedad obtuvo un valor considerable que lo convirtió en una de las especies más caras del mundo, sin embargo, hoy en día es super accesible y se puede encontrar en cualquier supermercado.
Hoy quisimos abrirle un espacio especial a este producto, y es por eso que traemos para ti cuatro curiosidades sobre el incienso que no conocías:
- Es comestible:
Bien sea en su estado endurecido o convertido en aceite, la resina del incienso es comestible, algunas culturas antiguas lo consumían como chicle y también para tratar enfermedades digestivas. Sin embargo, para poder comerse debe ser traslúcido o “puro” con la mínima cantidad de impurezas posibles.
- Ideal para repeler insectos
A los mosquitos no es gusta el incienso, por lo tanto se suele utilizar para ahuyentar a los insectos, especial a los portadores de enfermedades. Si no quieres quemarlo, también lo puedes aplicar sobre la piel.
- Alivia la mente
Suele utilizarse en oficinas para mantener a los empleados relajados. También en centros de spa y hasta lo puedes incluir en tus baños. Si lo quemas o agregas un poco de su aceite al baño saldrás rejuvenecido.
- Funciona perfecto como pasta dental
En la historia, el incienso se solía utilizar para los dientes, incluso hoy en día hay algunas marcas de pasta dental que lo utilizan como ingrediente. Si estás pensando a hacer la tuya propia considera agregarle incienso para que veas su efecto.
Buzón de Noticias