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Su pasión por el cielo y los fenómenos estelares la complementa con el amor que siente por la fotografía, es así como tras pasar un año trabajando en la Antártida, Jorgelina Álvarez o «Astrolina”, deslumbra al mundo con sus fotografías.

En 2017, esta meteoróloga viajó para trabajar al continente austral. Allí, además de que trabajar en lo que tanto le gusta también tomó las hermosas fotos que a continuación mostraremos:

“Base galáctica”: Sobre un sector de la Base Marambio se puede ver el “Centro galáctico”. Está por encima de las antenas y parece elevarse desde el techo hacia el cielo. En el medio y hacia la izquierda, se ve el planeta Júpiter (Gentileza: AstroLina Photography).

Isla Cockburn: “La foto fue hecha durante una noche soñada de junio, con temperaturas agradables, viento casi calmo y cielo despejado. Se ven Júpiter y Marte, dos galaxias vecinas (los dos manchones blancos arriba a la izquierda), la nube mayor y menor de Magallanes y el brazo galáctico. El mar de Weddell en su momento de máxima congelación y la isla Cockburn (al centro).
“Lazos”: “Son dos amigas en conexión directa con el universo”, cuenta Jorgelina.  La foto habla de “tener todo el cosmos en nuestras manos”.
“Contacto”: inspirada en una de sus películas favoritas, se ve Júpiter (el punto brillante en el centro, hacia abajo). “El planeta estaba en la época de su mayor cercanía con la Tierra, por eso el brillo”, explica. También se ve el Centro Galáctico lleno de objetos astronómicos, como la nebulosa “Saco de carbón”, la “Galaxia enana”, la nube mayor de Magallanes (el manchón blanco arriba a la izquierda) y las miles de millones de estrellas que decoran el paisaje de la base.
“Baile planetario”: “Había luna llena y nubes altas, llamadas Cirrus Stratus. El halo lunar que ven fue causado por las partículas de hielo en suspensión en la topósfera que refractaron la luz y generaron un espectro de colores”. Se ven, además, Marte y Júpiter y, sobre el paisaje terrestre, lo que se conoce como “Mar de nubes”.
“Firmamento”: “Fue una de las últimas noches despejadas y con oscuridad, porque a partir de octubre tuvimos solo luz de día. El punto más brillante, casi sobre el horizonte, es Venus; el otro es Júpiter. Sobre el paisaje de la Base Marambio se ve el domo, que sirve para proteger la antena satelital de Arsat.
“A solas”. “Era una noche agradable y me encontré con este halo lunar espectacular”, recuerda.
“Mi espacio”. “Esta imagen fue hecha con una de las sensaciones térmicas más bajas que sentí durante las noches antárticas: 39 grados bajo cero. Ahí estaba la vía láctea en todo su esplendor:  ¿Cómo no fotografiarla?”, pregunta Jorgelina.
“Selfie”: el reflejo de la conexión de Lina con el universo.
Torre de control: La torre es el espacio en el que un controlador (desde octubre es una mujer) se ocupa de guiar los vuelos durante todo el año.

Buzón de Noticias