Cada país del mundo tiene diferentes costumbres en su gastronomía y decorativos para la temporada decembrina. Si bien es cierto la ONU reconoce a 193 naciones alrededor del mundo, sería un trabajo complicado averiguar cuáles son realmente las comidas más insólitas del globo terráqueo.
Sin embargo, existen precedentes e informaciones sobre los cinco platos más extraordinarios del planeta y como es de esperarse, algunos de ellos son poco apetecibles para el público en general pero un manjar para la ciudadanía de ese lugar.
Pollo frito
El pollo es una de las comidas más comunes en todo el mundo y en cualquier etapa o temporada del año. No obstante, se vuelve curioso y raro cuando el ave es súper codiciada por los japoneses en las fiestas pascuales.
Para estos asiáticos el pollo frito se ha convertido en un tradicional manjar decembrino desde que en 1974, Kentucky Friend Chicken realizó la campaña de «Pollo de Navidad» que maravilló a todos los locales japoneses y rompió con la rutina de los fideos y el sushi.
Janssons frestelse
Unos boquerones en vinagre (pescado azul) en conjunto de puré de papas ha sido el bocadillo de los suecos durante años. Esta divinidad europea es un infaltable dentro de las fiestas navideñas de Suecia desde comienzos del siglo XX.
Piel de ballena y alcas
La Ballena es uno de los animales más grandes del mundo y también de los que actualmente son cuidados exhaustivamente por asociaciones y grupos en contra del maltrato animal. Sin embargo, los residentes de Groenlandia van en contra de estas iniciativas y para ellos será más importante cocinar las pieles de estos mamiferos en acompañamiento de alcas (aves del norte).
Este platillo es conocido en su tierra como «Mattak» y es difícil de masticar, por lo cual, es más fácil tragar al instante. Específicamente el alca tiene como particularidad que su piel es pelada y adentrada junto con piel de foca en una pequeña fosa común durante semanas. Con ese proceso, el ave se fermentará y será digerible y apetecible, al menos para ellos.
Cabeza de oveja
El «Smalahove» o Cabeza de Oveja como es conocido en Latinoamerica es el guiso esencial de Noruega durante Navidad. Tal cual como si fuese un pescado frito con su cabeza, cumple la misma función, solo que, en esta ocasión, es una oveja la sacrificada.
El ovino va acompañado con pure de papas y nabos aunque lo fuerte está dentro del animal. El cerebro es consumido luego de cocinarse con una cuchara así como también los restos de sus sesos.
Gusanos fritos
En Sudáfrica no pasaron por alto ante las rarezas de comidas decembrinas. Las orugas de la polilla del emperador son muy buscadas en los últimos dos meses del año al sur del continente africano, (también en Mozambique y Botsuana).
Estas sirven como guiso para sus distintivos alimentos navideños. Quienes la consumen aseguran que tiene un sabor de carne quemada y es para ellos un manjar consumirlos en las celebraciones de final de año.
Andrés Finol
Buzón de Noticias