De ser un aceptable sustituto de jugos naturales y bebidas gaseosas que actualmente son inaccesibles para los bolsillos venezolanos, el popular Fructus —uno de los jugos en polvo más vendidos en supermercados y abastos del país— se ha convertido en un producto base en el ingenio del ciudadano común para hacerle frente a sus necesidades.
Algunos venezolanos se han arriesgado a preparar arepas o hallacas condimentadas con esta marca de saborizantes, actuando como sustituto de la azúcar.
— Ale. (@iTravz26) October 28, 2019
Sin embargo, de lo descabellada y elocuente que pudiera parecer esta idea de “recetas” con Fructus, estaríamos ante un evento alarmante y peligroso para la salud. Recientes denuncias han revelado que los jóvenes estarían inhalando esta sustancia instantánea de sobre a modo de droga.
Aunque en redes sociales usuarios aleguen que se trata de un challenge popular en liceos y colegios del país, y aún no se haya comprobado que este polvo cause algún efecto alucinógeno; el Fructus es parte del mundo de los disolventes que al esnifarse o inhalarse produce una rápida sensación de euforia que se relaciona con la intoxicación alcohólica seguida por somnolencia, desinhibición, aturdimiento y agitación.
#Fructus. Si es verdad que en los liceos se está inhalando Fructus, al hospital llegó uno con las fosas nasales afectadas. Pero al preguntar se trata de un Challenge. No porque tenga efectos psicotrópicos.
— Luis (@Figueira221) November 14, 2019
Lo cierto es que este tipo de bebidas concentradas no son una novedad en el mercado venezolano. Tanto el Fructus, como otras marcas reconocidas, están al alcance de jóvenes y adultos y desde siempre han tenido su impacto; al tiempo que se consume diariamente sin medir consecuencias por su alto concentrado de azúcar.
Esta sustancia es un producto de venta libre en el país.
Valeria Fernandez