Hace exactamente dos años, el 15 de abril del 2019, las llamas abrasaron la parte superior de la catedral de Notre-Dame, en París.
Esto provocó que el techo, la aguja y parte de las bóvedas ardieran y se vinieran abajo, provocando tal conmoción en el mundo que a día de hoy todavía se trabaja para recuperarla.
Después de meses de trabajo intenso, las obras están ya a punto de terminar y se estima que para antes de que acabe el año ya pueda mostrar al público nuevamente su antiguo esplendor.
Buzón de Noticias