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Tenso. Así estuvo el ambiente el pasado domingo 25 de febrero en el primer dbate presidencial realizado en el domo de la Universidad de Panamá.

Ya desde antes de que iniciara el debate, simpatizantes de algunos candidatos asistieron a vitorear y respaldar a sus candidatos presidenciales. Asimismo, un grupo de ciudadanos sin tilde político protestó para exigir a los candidatos la reactivación de la actividad minera y más plazas de trabajo.

“Queremos saber qué nos ofrecen los candidatos a nosotros los mineros, nosotros también somos pueblo, somos panameños”, gritó un manifestante prominería.

Tras iniciar el debate se produjo un choque entre simpatizantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), quienes respaldan la candidata por la libre postulación, Maribel Gordón, y miembros del Cuerpo de Delegados Electorales. Estos últimos pedían bajar la música de una unidad móvil que hacía retumbar el recinto.

El principal tema tratado fue el de la inseguridad ciudadana. Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino (Moca), manifestó que hay que abordar la crisis migratoria y advirtió que no negociará con delincuentes de ninguna clase ni siquiera los de cuello blanco.

Buzón de Noticias