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Preparar pizzas no es tan fácil como parece, y hacerlas en casa, mucho menos. Por esta razón, es normal que cuando nos ponemos creativos y queremos sorprender a nuestra familia con una pizsa, siempre hay algo que sale mal y todos terminan prefiriendo las de cualquier pizzería.

Pero eso ya no va a pasar más, porque a continuacion te explicamos cuáles pueden ser esos errores que casi siempre se cometen al hacer pizzas caseras y cómo evitarlos:

Comprar la masa congelada

Probablemente por miedo a que la masa no te quede perfecta, termines por elegir a comprarla congelada. Sin embargoz no hay mayor error que este, siempre tendrás mejores resultados si realizas tú mismo la masa y dejas que fermente el tiempo que indica la receta

Recuerda usar una buena harina, una básica de fuerza que ta buenos resultados. De esta forma absorbe más cantidad de aguaby aporta elasticidad.

No usar las cantidades correctas

Es necesario elegir la cantidad justa de agua, levadura y harina para la masa o de lo contrario no quedará como queremos. Pra un kilo de harina, son 25 gramos de levadura, 40 gramos de sal y 500 ml de agua.

No amasar bien

Este es otro error muy común que no nos permitw conseguir resultados satisfactorios y es que el proceso de amasado tiene sus secretos, especialmente en el momento en que se incorpora la levadura con la harina, la sal y el agua.

Es importante amasar desde el centro hacia afuera hasta que la masa se despegue de las manos. Debe quedar bien lisa. Entre amasado y amasado es bueno hacer una pausa de 10 minutos.

No controlar la temperatura ni el tiempo de horneado

En las pizzerías tienen hornos que trabajam hasta a 500 grados centígrados, sin embargo, eso no va a pasar en casa. Lo que sí es importante es que nuestro horno tenga una alta temperatura porque si es muy baja, la masa quedará seca.

Es básico que la temperatura del horno sea alta y que la pizza esté dentro de 12 a 16 minutos y que cuando la introduzcamos ya el horno esté precalentado a 250 grados centígrados. Recordar que la masa no debe estar fría, sino a temperatura ambiente. De lo contrario, se quemará. Hay que hornear hasta que los bordes queden dorados y crujientes.

Buzón de Noticias