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Muchos turistas viajan a la ciudad inca de Machu Picchu, ubicada en Cusco, como su principal destinno predilecto para conocer la cultura peruana.

Sin embargo, este año ha sido un poco atropellado en varios sentidos para este importante patrimonio cultural.

El aumento progresivo e insuficiente del aforo, las advertencias de afectación del patrimonio cultural, denuncias de mafias en la venta de boletos, protestas y turistas varados o sin ingresar han caracterizado las últimas visitas al lugar.

«Podríamos tranquilamente llegar a un 60 % de los números del 2019 en Machu Picchu. Ese es un buen deseo: pero si es que seguimos con los conflictos sociales, si tenemos un estado que no atiende las necesidades de nuestra población y no generamos paz social, eso no va a suceder», dijo Carlos González, representante del colectivo de operadores turísticos de la región Cusco.

Asimismo, la proyección de llegada de turistas para el 2023 se ha reducido, según señala Jhon González, presidente de la Cámara de Comercio de Cusco.

«Estamos hablando de un 30 % menos de lo que teníamos en prepandemia. En prepandemia teníamos un ingreso a Machu Picchu que es lo que nosotros tomamos como referencia, entre 5 mil a 6 mil visitantes diarios. Ahora estamos con 4 mil 44 visitantes», indicó.

Buzón de Noticias