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Hoy 26 de febrero da inicio los cuarentas días antes de la Semana Santa, donde se conmemora la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Con la imposición de la cruz de ceniza en sus frentes, millones de creyentes católicos se preparan para la Semana Mayor. La ceniza obtenida de la quema de las palmas del Domingo de Ramos de hace un año, les recuerda que son fruto de la obra de Dios.

La tradición se remonta a los primeros años de la iglesia romana, cuando la ceniza era símbolo de penitencia, para quienes tomaban el sacramento de la reconciliación el Jueves Santo. En algún punto se utilizó al comienzo de la cuaresma.

“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”, es el pasaje de la biblia, en el libro de Génesis, capitulo tres, versículo 19, que durante el miércoles de ceniza toma más fuerza, al recordar a los feligreses que su vida por el mundo tendrá un fin.

“La ceniza nos recuerda así el trayecto de nuestra existencia: del polvo a la vida. Somos polvo, tierra, arcilla, pero si nos dejamos moldear por las manos de Dios, nos convertimos en una maravilla. Y aún así, especialmente en las dificultades y la soledad, solamente vemos nuestro polvo. Pero el Señor nos anima: lo poco que somos tiene un valor infinito a sus ojos. Ánimo, nacimos para ser amados, nacimos para ser hijos de Dios”, dijo el papa Francisco en la Basílica de Santa Sabina, en Roma, Italia, este miércoles.

Luis Dagand
Buzón de Noticias