Soñar siempre ha sido un enigma para el ser humano, durante siglos se han inventado mitos y se ha estudiado sin descanso para conocer más sobre este misterio y la información que tenemos sigue siendo escasa.
Los antiguos griegos tenían su propia versión sobre el origen de los sueños. Según su mitología, el dios del Caos tuvo dos hijos: Nicte, o la noche, y Érebo, o las tinieblas del infierno, estos dos tuvieron un hijo llamado Hipnos, dios del Sueño, quien tendría por hijos a Morfeo, Iquelo y Fantaso. El primero se encarga de los sueños de los humanos y puede adaptar cualquier forma, por eso se dice que cualquier figura que aparece en sueños es solo una personificación de Morfeo.
Esto por el lado de la mitología, sin embargo, según la ciencia hay muchas preguntas sin resolver y entre las más curiosas de ellas son las que te presentamos a continuación:
- Nuestra actividad cerebral aumenta
Cuando dormimos solo descansa el cuerpo y la conciencia, pues lejos de guarda reposo nuestro cerebro trabaja mucho más intensamente. Sí es cierto que algunas regiones cerebrales se vuelven más lentas, sin embargo en la fase REM tenemos un estallido de actividad cerebral que ni siquiera notamos.
- Lo que sueñan hombres y mujeres es diferente
Estudios encontraron sutiles diferencias entre el patrón de sueño de los hombres y las mujeres, pues mientras ellos tienen sueños más agresivos y con mayores escenarios, las mujeres tienden a soñar por un tiempo más prolongado, con más detalle y situaciones complejas.
- Lo que soñamos son solo cosas conocidas
Nuestros sueños nunca nos mostrarán a alguien que no conocemos, el cerebro no inventa rostros ni objetos. Si alguna vez vemos alguien que no identificamos es porque probablemente alguna vez en nuestra vida lo vimos y ahora no recordamos, por más absurdos que se muestren. Con los objetos pasa lo mismo, aunque puedan parecernos nuevos, lo que nuestro cerebro hace es una descomposición o deconstrucción de cosas que ya conocemos.
- Es más común tener emociones negativas cuando se sueña
Además de personas y objetos, también solemos soñar con emociones, así lo reveló el científico Calvin Hall en un estudio sobre soñadores. Al terminal corroboró que cuando dormimos tenemos toda una serie de emociones, pero las que más resaltan son las negativas como la ansiedad y el miedo.
- Cuando dormimos sufrimos parálisis
En este caso no nos referimos a la “parálisis del sueño”, sino que hablamos de un hecho fisiológico que realiza nuestro cuerpo cuando dormimos. Las glándulas segregan una hormona que provoca el sueño y las neuronas envían señales a la médula espinal para que se relaje. Sin embargo, después de un tiempo, más que relajación tenemos parálisis. Esto lo hace el cuerpo para evitar que las personas “actúen” en la vida real durante el sueño, garantizando que el cuerpo se quede en reposo hasta despertar.