Lamentablemente, en el fútbol también se han vivido momentos de tristeza y depresión, no necesariamente cuando tu equipo pierde. Cientos de jugadores han muerto en estado activo pero algunos pocos han muerto dentro de la cancha. Algunos conocidos, otros pasando por alto a la sociedad deportiva.
Desde ataques cardíacos hasta problemas estomacales que le han causado la muerte se han presenciado sobre el césped. Algunos incluso han convulsionado, causando el pánico entre sus jugadores y por supuesto, el público presente.
El primero en entrar a esta lista negra fue el jugador inglés William Cooper. Jugaba para el Staveley Miners Welfare y sufrió una ruptura intestinal durante un partido contra Grimsby Town. En ese entonces, se presentaba la primera liga de fútbol de Inglaterra y una de las primeras del mundo.
A continuación, jugadores del siglo XX y XXl que han debido pasar a mejor vida haciendo lo que más les gusta, intentando hacer ganar a su equipo:
Miklos Fehér (Mal formación cardíaca)
Marc Vivien Foé (Paro cardíaco)
Piermario Morosini (Infarto)
Phil O’Donnell (Paro cardíaco)
Patrick Eckeng (Paro cardíaco)
Antonio Puerta (Contusión cerebral)
Paulo Sergio Da Silva (Paro cardíaco)
Peter Biaksangzuala (Rompimiento de cuello)
Cristian César Gómez (Paro cardíaco)
Bruno Boban (Paro cardíaco)
Fernando Pascoal Das Neves (Infarto)
Ben Idrissa Dermé (Paro cardíaco)
Catalin Hildan (Paro cardíaco)
Andrés Finol