Emily Kofor y su madre Erin, visitaron el Gran Cañón, intentando sacar una buena selfie para sus redes sociales junto al imponente paisaje desértico del suroeste de Estados Unidos, una de ellas resbaló y quedó al borde de una tremenda caída libre.
El vídeo fue captado por otro turista que grababa escenas del paisaje y no pudo evitar gritar también al ver el traspié de la mujer. Emily declaró a un medio local haber recibido el peor susto de su vida al ver que su madre casi cae, pero también confesó estar molesta molesta con su ella por no haber estado lo suficientemente concentrada.
Desde la apertura del Gran Cañón, se han registrado aproximadamente 64 muertes, sin embargo, no todas han sido porque alguien haya caído.