La tecnología nos ha mejorado la vida en muchos sentidos, sin embargo, estos beneficios tienen sus consecuencias, como la de las antenas de telefonía, tal como señalan algunos usuarios.
Es verdad que las las antenas de telefonía sí generan campos electromagnéticos a su alrededor, pero es básicamente el mismo nivel de radiación que producen otros objetos a nuestro alrededor.
El problema con las antenas es que tienen una potencia miles de veces superior a la de otros objetos y, por lo tanto, conviene que se mantengan alejadas de los centros urbanos, de hecho, en algunos animales se ha demostrado que la exposición constante a ellas puede generar la aparición de cáncer.
No obstante, hay investigaciones que revelan que la radiación de las antenas es similar a la que emiten las bombillas que utilizamos en nuestro hogar, a las que estamos expuestos constantemente. Inclusos, las personas argumentan que las paredes de los edificios son una barrera protectora contra los campos electromagnéticos, reduciendo la radiación que pueda llegar a percibir, y sufrir, el cuerpo humano.
Buzón de Noticias