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El trébol de cuatro hojas es una planta que son muy extrañas las veces que pueda encontrarse, un hallazgo que muchas veces suele considerarse de buena suerte ¿pero de dónde se originó esta creencia?

Muchos escritos a lo largo de la historia consideran a este tipo de plantas como dadoras de buena fortuna.

Para lo druidas de las Islas Británicas, esta planta tenía poderes sobrenaturales porque tenían la posibilidad de poder ver a los demonios.

Asimismo, filósofos, ocultistas e historiadores señalaron que la planta, en la antigüedad protegía de la locura y de cualquier mal asociado.

Para los celtas, cada pétalo del trébol de cuatro hojas se relaciona con un elemento de energía: tierra, agua, aire y fuego. Entonces, como personas, cada uno tenía desarrollado uno de estos elementos lo que causaba desequilibrios. El trébol de cuatro hoja ayudaría a quien lo encontrara a encontrar el equilibrio total.

Para los romanos, el trébol de cuatro hojas era considerado símbolo de riqueza y prosperidad; y en el siglo XVII era costumbre lanzar tréboles de cuatro hojas al suelo cuando una novia iba a casarse para espantar los malos espíritus.

Incluso en el cristianismo es bien recibido y se asocia con el símbolo de la cruz. A menudo también relacionan los pétalos con cada uno de los evangelistas asociados a diferentes elementos: Juan, el águila; Marcos, el león; Mateo, el hombre; y Lucas, el toro.

Actualmente se dice que existe un trébol de cuatro hojas por cada 10.000 de tres hojas, por esto tiene tanta importancia encontrarse con uno.

Uno de los pensamientos más extendidos que conocemos y se mantiene en la actualidad es que cada hoja representa un componente de la felicidad como la esperanza, la fe, el amor y la suerte, o a otros elementos como la riqueza, la fama, el amor y la salud.

Lo que daría a que todo junto significaría buena fortuna en quien se lo encuentre.

Buzón de Noticias