Este lunes fue juramentado como nuevo presidente de Panamá José Raúl Mulino tras ganar las elecciones presidenciales en ese país. El nuevo mandatario pronunció un discurso frente a una multitud, considetando la realidad del país y cómo se piensan resolver los problemas que requieren mayor atención.
Entre estos, Mulino se refirió a la deuda externa que roza casi los $50 mil millones, y para lo cual prometió un gobierno de austeridad, sin despilfarros y presupuestos abultados que beneficien a clases privilegiadas.
Mulino también dejó claro que buscará limpiar el nombre de Panamá y sacar al país de las listas negras y grises «como si fuéramos patrocinadores del crimen internacional o de otra suerte de acciones que enérgicamente rechazo”.
Esto como un aviso directo a los países europeos cuyas presiones han llevado a Panamá a adoptar medidas de cumplimiento e imponer leyes restrictivas que perjudican el modelo de negocios y de servicio que atentan contra el centro bancario internacional, que ha caracterizado a Panamá como uno de los más competitivos del mundo.
«Países que usan nuestro Canal, participan en licitaciones para hacer obras, envían consultores para darnos recetas y piden colaboración internacional en diferentes foros”, señaló.
Buzón de Noticias