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Los vientos de victoria en las próximas elecciones presidenciales en Bolivia, soplan en contra del partido MAS. A pesar de que el candidato del partido, Luis Arce, lleva la delantera según la encuesta hecha por Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), con un 33.1 por ciento, sus números están congelado.

En su lugar la presidenta interina del país, Jeanine Áñez,  lleva una intención al alza con un 20.5, cifra que va subiendo días tras días antes del evento electoral. Jeanine Áñez ofrece soluciones frescas a problemas que han estigmatizado a los bolivianos, problemas que estuvieron a las vista de los afectos del MAS, partido de Arce, que también apoyó a Evo Morales.

Entre lo más demandado por los votantes esta mayor seguridad, acceso a más productos de la cesta básica, el cese a la violencia contra mujer, estabilidad económica y empleo. Problemas no atacados por la administración anterior.

Técnicamente la candidata presidencial a logrado en tres meses lo que muchos otros en sus carreras políticos han intentado hacer. Los otros candidatos no ofrecen números esperanzadores.

En la encuesta un 20 por ciento consideró que la situación, bajo la mano de Jeanine Áñez, ha mejorado, mientras que un 40 por ciento coincide que los conflictos de poder por parte del MAS los ha perjudicado.