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La irresponsabilidad de padres y la inocencia de la curiosidad llevaron a la muerte a un joven de 17 años, quien recibió un disparo de un rifle de perdigones en la parte trasera de una camioneta. El arma de fuego la accionó un niño de ocho años.

Los hechos ocurrieron así: El responsable de los niños detuvo el vehículo, mientras iba a buscar efectivo, mientras el niño manipulo el rifle que estaba en la parte trasera del auto, accionándola e infligiendo una herida en la región pectoral del adolescente.

La policía de Tampa, Florida, lugar donde ocurrió el fatídico hecho no han brindado mayor información. Transcendió que todo ocurrió el 1 de febrero, y que el joven de 17 años falleció seis después.

Hasta los momentos se realizan las investigaciones correspondientes para determinar a los culpables del asesinato, donde la falta de atención y la negligencia son los protagonistas.