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La realeza británica tiene fama de ser muy tranquila y elegante. Para ello, sus miembros deben mantener la compostura y, por ninguna razón, demostrar sus sentimientos.

No obstante, hay momentos en los que por una u otra razón a estas personas se le haga cuesta arriba seguir su protocolo, así que simplemente terminan demostrando su naturaleza humana sin ningún tipo de filtro.

El príncipe Harry

La relación que lleva la prensa con el príncipe Harry no es muy amistosa. Especialmente cuando hace unos años el joven estaba saliendo de un club nocturno y fue rodeado por un gran grupo de paparazzis. Según informes, el príncipe dejó a un fotógrafo con un labio ensangrentado cuando el mismo se acercó demasiado hasta casi golpearlo, Harry alejó la cámara bruscamente y fue en este momento que le rompió el labio al paparazzi.

La reina Isabel II

El rostro indiferente de la reina Isabel nunca sorprende; sin embargo, cuando se enoja, no hay quien pueda ignorarlo. Así se puede notar cuando su majestad pronunció el discurso nº 65 de la Reina en la apertura estatal del Parlamento en el 2019, donde aparentemente frustrada por la demora del gobierno para conseguir el Brexit deja entrever el ceño fruncido y su mal humor.

Kate Middleton

Tal vez todos recuerden las imágenes donde aparentemente la duquesa de Cambridge​​ está regañando a su hijo, el pequeño George, por ponerse a llorar y pisar el vestido de novia durante la boda de Pippa Middleton y James Matthews. Según el tabloide británico, The Sun, Kate le llamó la atención al pequeño, causando que este demostrara en público una verdadera rabieta real.

Carla Medina
Buzón de Noticias