¿Sabías que la vaselina es una sustancia proveniente del petróleo? Pues sí, su verdadero nombre es Petrolatum o Petrolatum jelly, un hidrocarburo saturado (MOHS) y su origen como bálsamo surgió por casualidad en 1859, cuando el químico Robert Chesebrough se dio cuenta como los trabajadores petroleros obtenían la sustancia como residuo para quemaduras o cortes. Desde entontes su uso se volvió popular.
Uno de los usos más comunes de la vaselina es emplearla para suavizar lo labios agrietados por los cambios de temperaturas, sin embargo, hay otras formas en que se puede utilizar:
Protección de heridas menores
En pequeñas heridas la vaselina actúa como pantalla protectora, manteniendo la zona afectada húmeda y evitando que salga la costra para sanar más rápido sin dejar cicatrices. Además, la herida se mantiene limpia y no hay necesidad de usar más bálsamos antibacterianos.
Calma la resequedad de la piel
Es oclusiva, evitando que la piel pierda su humedad, aplicable para personas con la piel tan seca que puede llegar a sangrar.
Mejora la dermatitis de pañal
Funciona como desmaquillador
Hay algunas pieles que son sensibles al agua micelar, esto es una razón de más para utilizar la vaselina que arrastra el maquillaje limpiamente sin dañar la epidermis.
Mejora el aspecto de horquetillas en el cabello
Evita as rozaduras de talón
Para qué no sirve
Alergias en la piel
Acné
Quemaduras de sol
Lubricante sexual

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