El arzobispo metropolitano, José Domingo Ulloa, recordó esta semana el 32 aniversario de la invasión militar estadounidense a Panamá, para derrocar al dictador Manuel Antonio Noriega.
Ulloa destacó que en el país todavía permanece abierta la «profunda herida» que causó esta invasión.
El arzobispo indic´´o que este acontecimiento fue «uno de los acontecimientos más doloroso de la historia» del país, y pidió a los ciudadanos preguntarse si se hizo «todo lo que estuvo en nuestras manos para evitar el enfrentamiento entre panameños».
«Aunque han transcurrido 32 años, es imposible ser indiferentes y mucho menos insensibles al escuchar el clamor de las víctimas y de los familiares de los fallecidos a causa de la invasión. Recordar las escenas dantescas de cómo quedó nuestro país, no solo en la ruina material sino también moral, aún estremecen nuestra conciencia», afirmó Ulloa.
Buzón de Noticias