Si pensabas que el oro es el metal precioso más caro del mundo, pues sácate esa idea de la cabeza, ya que ese título lo tiene el Rodio, poco conocido y generalmente empleado en la industria automotriz.
Al igual que el paladio y el platino, el rodio se encuentra sobre todo en el convertidor catalítico o catalizador, que forma parte de los sistemas utilizados para reducir las emisiones de gases tóxicos de los tubos de escape, es por esa razón y por las nuevas normas anticontaminación que durante los últimos tiempos su precio se disparó.
En enero de este mismo año, el rodio llegó a cotizar por más de 20.000 dólares la onza.
En cuanto a su apariencia física, es un metal blanco plateado de la familia de los platinoides, similar en apariencia a la plata, muy duro y muy resistente a la corrosión.
Este metal no se extrae de minas sino que es un subproducto de la extracción de platino o níquel.
Buzón de Noticias