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Probablemente si alguna vez haz viajado en avión, te habrás dado cuenta que no hay paracaídas disponibles para todos los viajeros. Es decir, si llegara a pasar un accidente, muy pocas personas tendrían acceso a un paracaídas para amortiguar su descendencia. ¿Sabes el por qué de esto?

Pues, lo cierto es que no siempre son necesarios. En primer lugar, las posibilidades de que un avión tenga un accidente son muy bajas, así que llevarlos encima no sería una precaución muy oportuna, te explicamos por qué:

No todos los pasajeros podrían estar entrenados para usar un paracaídas, y sin saber esto es muy probable que no sepan cómo usarlo, así que nl les serviría dr nada

Otra cosa, tampoco es realmente fácil larzarse por paracaídas de un avión, es decir, al no estar diseñados para esta actividad específicamente, el lanzamiento no sería exitoso para los pasajeros. El motivo para esto es bien simple: saltando desde la entrada estándar, el paracaidista podría golpear la cola o el ala por lo que todos y cada uno de los vuelos comerciales, tendrían que se instalar una plataforma de lanzamiento en la parte trasera de la cabina, lo que aumentaría los costes de viajar en avión.

E incluso, si los pasajeros estuviesen entrenados y el avión estuviera bien condicionados para un lanzamiento, de todas maneras las posibilidades de salvarse en casos de accidente son muy bajas.

Para un aterrizaje seguro es necesario estar en una situación óptima, de modo que tendrían que estar a la luz del día y con tiempo para evacuar adecuadamente a todos los pasajeros. Dos factores que no suelen producirse, desgraciadamente, cuando ocurre el accidente aéreo de un vuelo comercial.

Buzón de Noticias