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Para mantener una alimentación saludable es recomendable que los productos que vayamos a conseguir deban estar frescos y en buen estado. Sin embargo, con alimentos como los huevos es un poco difícil de saber, pues hasta no abrirlos no descubrimos qué tal están.

Sin embargo, no es momento de entrar en crisis por esto, pues a continuación te revelaremos algunos trucos básicos para que aprendas de una vez por todas cuando los huevos están frescos y aptos ´para su consumo:

Si flota en agua

Esta es la forma más fácil de saberlo. Llena un baso de agua, agrega sal y espera a que se disuelva, luego agregas el huevo y miras qué tanto tarda en sumergirse. Si notas que se queda flotando, entonces no está fresco, pero si tarda en descender, debes comerlo cuanto antes.

Si hace ruido

Otra forma de saberlo es sacudiéndolo un poco para ver si produce algún sonido. Si no lo hace, está bien, pero si distingues cómo se mueve su interior, entonces no está fresco.

Romperlo y ver la yema

La última opción es romperlo, ver la yema y así descubrir en qué estado se encuentra. Si todo está bien, la yema debería quedar en el centro, retenida por la clara. Si esto no pasa, es síntoma de que deberías descartarlo.

Buzón de Noticias