La fe de los zulianos por la Virgen de Chiquinquirá invade cada noviembre la región. Entre gaitas y parrandas con las que el pueblo demuestra su devoción por la Dama del Saladillo. Muchas son las historias y leyendas en torno a la divina tablita.
A continuación te dejamos algunas curiosidades que quizás en 310 años de devoción no sabías:
El nombre de la humilde lavandera que se llevó a su casa la tablita era Maria Cárdenas y habitaba en un barrio humilde de Nueva Zamora en Maracaibo, actualmente conocido como “El Saladillo”.
Se dice que la tablita intentó llamar la atención de la lavandera en tres oportunidades y no fue hasta la última de estas que la humilde mujer se dio cuenta y se la llevó hasta su casa donde ocurrió el milagro.
De acuerdo con la creencia popular del zuliano, cuando la imagen en la tablita se ve más clara es porque la Virgen de Chiquinquirá esta presente en la Basílica, y cuando se ve más oscura es porque la dama del saladillo está realizando un milagro.
Don Enairo Villasmil, quien fuera en vida el joyero de la Virgen desde 1969, manifestaba que debía manipular la tablita en varias oportunidades para limpiarla y darle mantenimiento, después de la Bajada, el día de La China y antes de subirla de nuevo a su altar. Cada vez que esto ocurría, señaló, sucedía algo inexplicable y además posterior a 300 años de la mágica aparición “no se ha borrado ningún detalle”
El retablo de la virgen permaneció totalmente cubierto por un manto y solo era retirado cada 18 de cada mes. En la actualidad es soportado por una base de aluminio que lo sostiene, para que no choque con el vidrio durante las bajadas, procesiones o subidas al camerín.
Daniela Boscán
Buzón de Noticias