La frescura es una cualidad importante antes de cocinar cualquier alimento, especialmente si se habla de proteínas como el pescado, que es tan delicado. Por ello, en Buzón de Noticias nos preocupamos por ti y te traemos unos trucos perfectos para que sepas cuando el pescado está fresco y cuándo no es recomendable consumirlo.
Ojos:
Un pescado fresco tiene los ojos esféricos hacia afuera y de un color negro brillante, en cambio, si tiene los ojos hundidos y sin brillo, se pone en duda su frescura.
Perotineo:
Esta es la membrana que cubre el abdomen del pescado y cuando está en buen estado tiene una apariencia lisa y brillante, en perfecto estado de conservación.
Carne:
Debe ser consistente y firme, suave al tacto y lisa. Si por el contrario se siente babosa o arrugada, no es recomendable.
Branquias:
El color rojo vivo o rosado representa la frescura de las branquias que deben ser lisas y suaves al tacto. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, estas se pueden poner marrón, perder su brillo y presentar mucosidad.
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