La red social Whatsapp vuelve a figurar como un “trampolín” para la extorsión. Estafadores han multiplicado los casos de robo de identidad y fraude a través de grupos en el “chat verde”, principalmente dedicados a la pornografía.
Para esto utilizan el phising, que en su traducción al español significa pescar. Funciona de la siguiente manera.
Primero se le es enviado un link a la víctima, donde es redireccionado a una página similar a Gmail, Facebook, o Hotmail; una vez que ingresa se les solicitado sus datos, una vez ingresada la cuenta y la contraseña el daño está hecho, allí el hacker toma posesión de la información, cambia las contraseñas y comienza la extorsión.
Según varias firmas de seguridad digital, las estafas concretadas se multiplicaron en un 25 por ciento en el 2019, contra un 10 por ciento en el 2018. En Whatsapp el robo de identidad es más frecuente en grupos de chat para adultos, donde se le presenta la alternativa de un “paquete premiun” a los usuarios, con la condición de que accedan a sitios web para proporcionar sus datos.
El consejo es no abrir enlaces en chat virtuales, en donde no conocemos a nadie.